¿Es momento de dejar de utilizar las FAJAS LUMBARES en los centros de trabajo?

Las fajas de soporte lumbar o fajas lumbares forman aparte del Equipo de Protección Personal (EPP) de muchos centros de trabajo de México, y el resto de América Latina. A pesar de que en México no esta incluida dentro de la Guía de Referencia de la norma NOM-017-STPS-2008, Equipo de protección personal.

Sin embargo, los trastornos musculoesqueléticos permanecen como uno de los grandes problemas del mundo laboral, afectando a millones de trabajadores, siendo el dolor lumbar uno de los más frecuentes y de mayor costo para la industria.

En México la lumbalgia es un problema frecuente que afecta a 80 de cada 100 personas y se incrementa en aquellas que padecen de obesidad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la primera causa de consulta a nivel mundial (70%) donde solo el 4% requiere de cirugía.

La lumbalgia presenta costos asociados a las incapacidades laborales, aproximadamente 30% de los portadores de lumbalgia en México requieren incapacidad.

Para disminuir la incidencia y prevalencia de dolor lumbar por exposición a sobreesfuerzos derivados de la manipulación manual de cargas, se aplican diversas medidas, las que van desde aquellas de carácter ingenieril y/o administrativas, hasta las que implican el uso de elementos de protección personal. Dentro de estas últimas, el uso de fajas lumbares, persiste en la actualidad como una medida de control en las empresas, independiente de su tamaño y en actividades económicas tan disimiles como la construcción, agricultura, pesca, transporte, manufactura, etc., las que son recomendadas y respaldadas por los fabricantes, con el argumento que sería un elemento de protección personal que minimiza la probabilidad de sufrir un cuadro doloroso o trastorno musculoesquelético en la zona dorso lumbar.

A modo de contexto, la influencia que ejerce el uso de faja lumbar, debe tener en cuenta algunos aspectos funcionales de la musculatura abdominal involucrada, en donde sus músculos principales son, el recto anterior, los oblicuos y transversos. El conjunto posee una serie de funciones, entre las cuales están: mantención de la postura erguida, flexión y rotación de tronco, contención (comprime y soporta) de vísceras abdominales, contribuir al vaciado abdominal (micción y defecación), estabilización de la musculatura respiratoria (diafragma), participar activamente en la espiración forzada debido a la hiperventilación voluntaria y el ejercicio, entre otras.

Diversos estudios han analizado la efectividad de su uso y su impacto en la salud de los trabajadores. Es así como, un estudio con 642 movilizadores de equipaje, muestra que un 58% de ellos decide dejar de usar la faja a la octava semana por considerarla incomoda, además de no encontrar significativa estadística entre el uso de la faja y la disminución del dolor lumbar. Otro estudio con 1316 trabajadores de una base de la fuerza aérea de EEUU, muestra que a pesar de que el uso de faja decrece la incidencia de daño al segmento lumbar en un escaso 6%, el tiempo perdido debido a cuadros dolorosos de columna lumbar se ve ampliamente incrementado en el grupo de trabajadores que las usan .

El Instituto Nacional para la Salud y Seguridad en el Trabajo de EEUU (NIOSH), estudió durante 1996 a 1998 a 9.377 trabajadores de 160 almacenes de EEUU y no encontró evidencia que las fajas lumbares reduzcan las lesiones o el dolor de espalda en los trabajadores que levantan o mueven carga. Posteriormente, en el año 2000, la Agencia Europea para la Salud y Seguridad en el Trabajo, hace una reseña de toda la evidencia científica que avalaba o no el uso de determinados controles administrativos en el manejo de cargas, y entre sus conclusiones surge el nulo beneficio de las fajas lumbares. Otros estudios epidemiológicos, no encontraron ninguna diferencia significativa entre la incidencia de lesiones lumbares de causa laboral entre los empleados que trabajan con fajas lumbares y el índice entre los empleados que nunca las usaron.

En adición, el Ministerio del Trabajo de Canadá, al ser requerido por el uso de las fajas, realiza una publicación el 2012, que concluye, entre otros, que su uso habitual a largo plazo puede causar una pérdida de fuerza en los músculos abdominales, además de aumentar la presión intraabdominal, causando un aumento del estrés cardiovascular.

Una reciente revisión sistemática del año 2016, no mostró ninguna recomendación oficial para la prescripción de soporte o faja lumbar entre la población general que presenta dolor lumbar, solo existe alguna discusión para su uso en casos específicos de dolor subagudo o en la prevención secundaria, lo que necesariamente requiere de una intervención médica.

En el caso de dolores lumbares crónicos, las experiencias exitosas se basan en la implementación de programas educativos estandarizados, de mayor eficiencia que el uso de dispositivos externos como las fajas lumbares.

Conclusiones:

El uso habitual de fajas lumbares en el trabajo, para tareas que impliquen esfuerzos musculares, pueden producir entre otros efectos:

  • Tensión excesiva en el sistema cardiovascular, en conjunto con alteraciones circulatorias, tales como el aumento de la resistencia en la circulación menor o disminución del retorno venoso al corazón.

  • Limitación de la movilidad del tronco.

  • Disminución de la elasticidad de los músculos y tendones.

  • Pérdida de fuerza de los músculos abdominales.

  • Falso sentido de seguridad, aumentando el riesgo de levantar cargas excesivas.

Por lo tanto, en relación al uso de la faja lumbar en el trabajo se concluye que:

a. No están recomendadas para su uso en situaciones ocupacionales.

b. No deben considerarse como elemento de protección personal.

c. No previenen la ocurrencia de un evento doloroso de espalda.


Resumen del artículo; Uso de faja lumbar en el trabajo ¿Protección o daño? del Instituto Salud Publica de Chile.

https://www.ispch.cl/sites/default/files/NotaTecnicaFajaLumbar.pdf

Publicado por MEd. Julio Benítez, agosto 2022